Ricas galletitas.
Mi madre vino un día muy contenta con un regalo para mí. No era mi cumpleaños ni nada, pero ese libro tenía que llegar a mis manos:
Era «Chocolate», de Cristina Scheck.
Y bueno, debo decir que no fue el amor de mi vida. Hice poquísimas recetas de ahí, y cada vez que lo abro buscando algo, termino cerrando. Pero nuestra historia no ha terminado. La otra vez que me sobraron yemas recordé esta receta de galletitas de chocolate que usaba solo esa parte del huevo, y allí fui.
Vale decir que: no usé ni licor ni nueces; que no usé moldes individuales; que no los espolvoreé con azúcar impalpable, y que para formarlos agarré pedazos de masa e hice pelotitas con mis manos (parece que se desmiga, pero no).
Y que son ricos.