Para tarde invernal.

Era sábado y jugaba Uruguay. No me acuerdo con quién (total, esta Copa América no estuvo buena, jaja), pero toda la familia se dio cita en lo de mis padres. Nosotros decidimos llevar la wafflera y dulce de leche.

Llegado el entretiempo, algunos salieron a comprar bizcochos y otros a preparar leches. Berni y yo nos pusimos a buscar una receta de waffles en internet, porque las que traían el aparato y el Crandon implicaban batir claras a nieve (lo siento, no).

Así que encontramos una fácil, de Cocineros Argentinos.

Y me puse a batir (no intervino la batidora en este caso). Solo para leer que tendría que dejar la masa descansar una hora en la heladera (jaja), y que tendría que haber dejado calentando la wafflera desde el principio…

Cuestión que me dediqué a cocinarlos durante todo el segundo tiempo, mientras mi tía se encargaba de la pequeña (si no, imposible). Cuando terminó el partido, corté cada waffle en dos y los unté con dulce de leche para repartir entre los numerosos comensales.

Ponele que no quedaron espectaculares, pero sí disfrutables 🙂

(Hay una versión de chocolate en la página, que quizás la próxima pruebe)