Fácil y todo.

Busqué especialmente esta receta (había oído hablar del tema), y encontré varias que se hacían en sartén. En cambio, esta, de Directo al paladar, va al horno (que, si me preguntan, es más fácil).

Lo gracioso es que no dice la cantidad de cada uno de los ingredientes. Así que más o menos ahí.

Tenemos presas de pollo (condimentar – yo me olvidé, pero no importó) sobre asadera con papel de aluminio (por favor, que cubra los bordes también, así no chorrea grasa para abajo. No hagan como yo). Van a horno precalentado a 200 grados por 25 minutos.

Y tenemos una mezcla de abundante mostaza, un «buen chorro de aceite, un poco de vinagre», sal y pimienta. «La salsa resultante tiene que ser más bien espesa, pero sin llegar a quedarse pegada a la cuchara como lo haría la mostaza.»

Eeeh. Ok. Como se quedaba pegada a la cuchara, agregué un poco más de aceite. Qué sé yo.

Cuando pasaron los 25 minutos de cocción del pollo, se baña con abundante salsa.

Y se hornea por unos 20 minutos más. Que se dore la salsa.

También podría haber puesto papas en rodajas al horno, bañadas con la mostaza, pero no tenía, así que hice puré.

Qué rico! (Miguel, ahora lo podés hacer vos en vez de comprar comida hecha!)