Con yogur de frutilla.

Bobeando en facebook encontré una receta que una compañera linkeó: cupcakes en microondas.

Y me parecieron tan fáciles que, cuando la bebé se quedó pipona de tomar su leche, me puse a hacerlos.

Uno de los ingredientes, curioso, si se quiere, es yogur. Y dice que podía ser con gusto, así que usé de frutilla.

La otra cosa interesante (por llamarla de alguna manera) es que todos los ingredientes estaban en gramos, incluso el aceite y el yogur. Por suerte he recuperado mi balanza, y para beneficio de los potenciales lectores de este blog, les traduzco las medidas a tazas 🙂

Usé moldes de papel porque me entró la duda de si los de silicona funcionarían bien en el micro, y les saqué una foto antes de rellenarlos porque después de la cocción siempre se arruinan.

La receta no indicaba cuántos moldes llenar, ni de qué tamaño. Así que improvisé. Llené siete moldes grandes (los que entraron en el plato del micro), y luego cinco más. No sé qué opinan, pero no me parece muy eficiente hacer dos tandas de muchos minutos en el micro, para 12 magdalenas…

15 minutos a potencia máxima… no será mucho? Sobre todo si dividiste la masa total de las magdalenas en dos platos. El primero lo dejé 10 minutos, el segundo 6.

Éste es un ejemplar de la primera tanda:

La parte más oscura en el centro de la magdalena es la que quedó dura como una roca. Bueno, quizás no tanto: me la comí toda y estaba rica. El colorante de la frutilla apenas se ve en la masa, y tampoco se siente, aunque es posible que le de un leve toque diferente.

He aquí la segunda tanda. Esta no se me quemó, aparentemente.

La verdad que estas magdalenas, así sin un aspecto muy promisorio, son bastante ricas. Súmenle que son una pavada de hacer, y ta, no hay excusas para no probar.