Cocinar sin hacer compras.

Ha nacido la niña. Me lo habían dicho antes, olvidate de cocinar (y de leer) una vez que nazca.

Y sin embargo, una vez pasados los primeros caóticos días, me encuentro con que la criatura se pega las tales siestas, y con que me urge sacar del freezer un par de claras congeladas que le quitan lugar a la leche materna.

Así que me dije: hago morenitos, que no requieren mucho esfuerzo (y cuya receta sé de memoria), y sustituyo uno de los huevos por dos claras.

Pero resulta que no había manteca en la heladera! Eso sí que no hago desde el embarazo: compras. Quedó mi esposo como encargado, así como muchas veces de la preparación de almuerzos y cenas, del untado de mermelada y de cortarme la milanesa mientras yo tengo a la beba en brazos (como ahora, que escribo con una mano sola). Me ha cambiado todo el orden de ollas y asaderas también!

En definitiva, no había manteca, así que, tras un período de frustración, hice lo más lógico: googlear.

«Butter free brownies», creo que fue el término (no sé, de esto ya pasaron días!!). Mentira, fue «Butterless brownies».

Encontré varias recetas, iguales, con aceite en lugar de manteca. Una usaba solo un huevo, y no me servía, así que seguí la receta de Food.com. (De todas formas era la única diferencia).

Así que la cosa empieza mezclando aceite y azúcar.

Luego van los huevos. Los ingredientes secos se mezclan y se agregan al final. Sólo que yo agregué primero la harina y luego la cocoa. Nótese que esta receta lleva polvo de hornear, y cocoa en lugar de chocolate derretido (que de todas formas yo generalmente sustituyo en la receta original).

Hay que decir que el resultado, tras el horno, es idéntico en aspecto.

Son bien brownies, no?

Es cierto, el gusto difiere (qué esperábamos?), pero son bien ricos igual.

Y quizás más sanos también, no?