Pintó para un domingo de tarde.

Estábamos con la bebé solas en casa el domingo de tarde, y me vinieron muchas ganas de cocinar. Es uno de mis pasatiempos favoritos (si no, no existiría este blog, verdad?).

Hacía unas semanas mis padres habían hecho limpieza en su casa, descartando un montón de libros y fascículos de cocina, de esos que salen con los diarios o se canjean con qué sé yo. Entre ellos, Mi primer libro de cocina, que calculo fue con los piquitos de leche Conaprole. Y ahí estaba esa «torta fácil de chocolate». Tres grandes palabras en un título de cuatro.

(Perdón por las malas fotos, fruto de mi pereza)

Lleva, por un lado, harina, cocoa, polvo de hornear y sal. Por otro: una cantidad interesante de manteca (derretida, más fácil), huevos, azúcar y agua.

Lo cual, obviamente, se mezcla.

Divino. Luego, previsiblemente, al horno.

Me contuve y no abrí el horno antes de tiempo, así que la torta quedó razonablemente bien, casi con la misma erupción que presentaba en la foto. Lástima que se me pegó una parte a la tortera, y se me desarmó.

Igual le eché el azúcar impalpable y me comí todos los bordes sueltos (deliciosos).

Muy recomendable!