Para probar cosas nuevas

(También conocido como bizcochuelo de calabaza o de zapallo)

Recibimos estos calabacines de regalo cuando la Alimentación Complementaria en mi primera hija estaba aún distante. No sabiendo muy bien qué hacer con ellos, busqué recetas dulces 🙂

Primero fueron las galletitas, y luego (para el primero de mayo, lo recuerdo bien) esta torta que tomó la forma de dos budines (y que encontré aquí). A diferencia de las galletitas, la torta lleva el calabacín rallado crudo, y no hecho puré.

Hubo que sacar la procesadora.

El resto es huevos, azúcar, aceite de oliva y harina, básicamente. Con alguna especia (que sinceramente no recuerdo si puse!)

Como en la receta lo ponían en budinera, hice lo mismo. Sólo que tuve que usar dos.

Bañé ambos bizcochuelos con una mezcla de azúcar impalpable y agua.

Y los llevé a nuestro tradicional encuentro del primero de mayo, donde casi todos comieron (incluso sabiendo qué tenía) y recibió la aprobación general.

(Ahora el calabacín lo tengo hecho puré y congelado en cubeteras para ir sacando de a porciones y darle a mi hija…)