Dale color!

Cuando voy al supermercado de la Sociedad de Fomento de Valdense, me tiento con las cosas más insólitas. Es que el contenido de las góndolas es distinto al de los supermercados de Montevideo (al menos del que yo voy), y me encanta mirar. El otro día compré una bolsita de grajeas de colores. En realidad no sé si se llaman así, dado que son larguitas, no bolitas. También las conozco por «grana», pero no sé si alguien más.

Lo más lindo es que nunca uso de estas cosas. Tengo una bolsita hace meses (años?) de grajeas redondas, que cada tanto van a decorar alguna torta. Estas últimas iban a tener el mismo destino, hasta que de algún rincón de mi cerebro salió el recuerdo de la existencia de una torta con grajeas adentro.

La funfetti cake.

Manos a la obra: manteca derretida (bien!), azúcares, yogur, leche, huevo, y los secos.

Es muy curioso que me haya salido la forma de Australia: en ese país comen algo que se llama Fairy bread, y es justamente con grajeas (acá).

Voilá.

La bañé con un glasé simple (azúcar impalpable y agua), porque esos baños de manteca me parecen un poco mucho.

Más allá de que se destiñeron un poco las grajeas y no quedó muy parecida a las fotos originales, la torta quedó muy rica y recomendable. Ideal para cumpleaños infantiles, o para mimar al niño que tenés dentro (de hecho creo que a mi hija no la convidé! jaja)