De las fallidas ricas.

Por mucho tiempo leí recetas que incluían harina de almendras y las descarté de plano. Pero finalmente llegó el momento en que maduré, amplié mis horizontes culinarios y utilicé la querida procesadora de la abuela para moler este fruto seco (le estoy dando uso al aparatejo, eh?).

Empecé a comprar almendras en la feria, usándolas al principio para incluir en brownies o galletitas, picadas o enteras. Pero luego recordé todas esas veces que había visto a la harina de almendras como ingrediente, y me puse a intentar recuperarlas. Finalmente llegué a un libro que me compré hace tres años en Italia: 365 ricette dolci, de las cuales no hice nessuna! Y encontré a los besos de dama de chocolate.

Lo cierto es que no me quedaron como debían, pero, pasada la frustración, me encantaron!

Hay que procesar las almendras con un poco del azúcar. Capáz que me quedé corta con el molido: tenía miedo de convertirla en pasta!

Se une con harina de trigo y más azúcar, y luego se incorpora manteca con las manos.

Me faltaba algo de manteca: de hecho tuve que requechear entre distintos restitos que tenía por ahí. Y en mis cálculos de la harina en lugar de poner dos tercios puse tres (la matemática, gente). Y no es que esté buscando excusas para el hecho de que no quedó una masa suave, sino algo que quedaba unido al apretujarlo:

En realidad había que poner todos los secos sobre la mesada y agregar la manteca (que, por cierto, quizás no debería estar recién sacada de la heladera). Pero qué pretendió hacer Magui? Menos relajo, así que trabajó la masa en el bols. Esto afectó el resultado? No sé si culpar al procedimiento. De hecho, al final tiré todo a la mesada para trabajar más cómoda.

De todas formas lo metí en la heladera como decía. Pero imposible hacer «cilindros de un dedo de espesor», «cortar en segmentos de 3 cm». y «formar pelotitas grandes como ciruelas».

Lo que hice fue agarrar porciones con mi mano, apretujarlas, y colocarlas sobre la chapa cubierta con papel manteca.

Crudas parecen igual que horneadas.

La idea es juntar de a dos con chocolate derretido en el medio, pero no cuadró.

Me encantaron las galletitas! Ya habrá oportunidad de intentarlo de vuelta para que salgan como deberían. La moraleja es…

Edito: las hice de vuelta en 2017, con harina de almendras. Quedaron mejor, pero no logré la masa maleable que debería quedar, y seguían saliéndose migas… Pero sí resultaron exquisitas, y no se sentían los pedacitos de almendra como antes.