que no ni no!

Este año decidí hacer turrones.

Busqué unas recetas españolas, compré lo que me faltaba, y manos a la obra.

El resultado fue: un turrón de Alicante (duro) y uno de Jijona (blando), que no quedaron nada que ver a las fotos de las recetas originales. Y ahí se me acabó el impulso gastronavideño (sí hice galletitas, que decoré con azúcar teñida por mí).

Uno piensa en la Navidad y se le vienen a la mente las palabras «jolly», «merry», «jojojo», «amor y paz». Bueno, nada de eso sentí elaborando estos dulces.

El primer turrón que hice fue el blando (Jijona). Éste sería más fácil porque, a diferencia del duro, no involucra las tensiones asociadas al fuego. Hay que mezclar miel (50g) y azúcar impalpable (200 g) (ahí ya casi tiro todo a la miércoles), y luego agregar una clara sin batir (así como sale del huevo!), lo que facilita mucho la cosa. Igual me quedó grumoso.

Después viene la parte de las almendras procesadas (250 gr). Que quede finito, tipo harina, pero que no empiece a largar grasas (y convertirse en manteca!). Ahí me asusté con pasarme y me quedaron los pedacitos.

Y ta. Ya está. Hay que dejar enfriar y cortar.  Les pido que se tomen un segundo para comparar con las fotos originales.

Y bueno, quedó rico, pero no le encontré el gusto al turrón. Será que estoy acostumbrada al turrón de maní más barato del supermercado uruguayo?

Después de dormir varios días en la heladera, decidí bañar cada pedacito en chocolate y llevarlos para Nochebuena. Fueron un éxito rotundo (pero no había que decir que era turrón).

El segundo turrón, el duro de Alicante, es de la técnica del turrón de maní que hice una vez y la del de manteca de maní de hace poco. Y como lo hice con maní en lugar de almendras, porque sale muchísimo más barato, capáz que ni les conviene seguir leyendo, ya que es más de lo mismo, y con peor resultado.

En este hay que batir una clara a nieve por un lado, y por otro poner al fuego miel (200 g) y azúcar (100 g). «Cuando llegue a una textura tipo caramelo» hay que agregarle la clara fuera de la hornalla. Una vez mezclado, vuelve al fuego para espesar y agregar las almendras tostadas (en este caso, sustituidas por maní).

Creo que esta foto de arriba es de después de agregarle la clara. Por qué en la receta original esa preparación es blanca y la mía no?

Ni idea.

Sólo sé que me quedó una cosa rocosa y pegajosa que se me pegó al papel manteca.

Más allá de eso, riquísimo, eh?

A lo mejor el año que viene vuelvo a probar (o me dará el tiempo antes de fin de año?)