Delicia.

Estaba intentando recordar si había hecho ya alguna torta de naranja (recordaba, más bien, cambiarlas por mandarina), y me encontré con esta receta que es re pavada.

Si bien la que nos convoca ahora (del libro Mis recetas de siempre, de Hugo Soca) es un poco más elaborada, el resultado vale la pena. Hay días que amerita separar las claras de las yemas, no es verdad?

La torta en sí lleva sólo ralladura de naranja (de tres!). En general omito este ingrediente porque me embola el proceso. Pero esta vez lo hice. No necesitan aplaudirme.

A pesar de que esta torta se hace en batidora («batir a blanco», «batir 5 minutos más»), yo la hice con cuchara de madera, porque a mi batidora no le da la nafta para batir manteca. La ausencia de una planetaria nunca me impidió sacar tortas ricas. Me pareció oportuna la aclaración (?)

Entonces por un lado tenés la torta en el horno, y ahí te ponés a hacer el almíbar. Que es con jugo de naranja, y un pedazo de cáscara, y azúcar y agua. Hay que hervir por 10 minutos, y después verter sobre la torta fría. O dejar que se enfríe el almíbar y verter sobre la torta caliente. Pero no me daban los tiempos! Al final eché el almíbar tibio sobre torta bastante caliente. Lo que no se absorbió por arriba, lo chupó por abajo. Y todos felices.

Va receta.