Por increíble que parezca.

Por lo menos a mí me parece increíble: nunca había oído hablar de galletitas que llevaran turrón en su masa.

Supongo que la potencial falta de éxito de estas galletitas dependerá en gran parte de la calidad del turrón, de que elegí uno de los más baratos que se pueden encontrar en Uruguay (que a mí por cierto me encantan).

Ni bien las vi en We Can Bake It (está en español), me fui a la alacena donde guardo los turrones que compramos en el Macro allá por noviembre (y que me quería conservar para una época no navideña) y rescaté uno.

Luego hice toda la receta, y no fue hasta que me puse a escribirla acá mismo que me di cuenta que había puesto menos de la mitad de turrón necesaria. Cuack!

No estaban mal, igual!

Así que, no mucho tiempo más tarde, conté los turrones que quedaban en el mueble (3), y con un suspiro agarré los dos no bañados en chocolate (pero de chocolate) para probar la receta de vuelta.

(De todas formas faltan 20 gramos, porque los turrones son de 90)

En definitiva: se pica el turrón.

Una vez bien picado, lo mezclé con un huevo. Creo que la idea es mezclar todo en procesadora. Yo batí primero a mano, después con batidora (pero no funciona muy bien).

Eso se agrega a la manteca batida con azúcar.

A lo que se le agrega harina (2 t.) y polvo de hornear.

La masa se estira sobre papel de horno. Se cubre y se lleva a la heladera media hora. Eso lo hice la primera vez. La segunda hice una bola y la metí en una bolsa en la heladera, y al sacarla, la estiré.

Luego de lo cual se pueden cortar las formas deseadas.

Al horno (180 gramos) unos 10 minutos. Usé papel manteca, pero también puse algunas sin nada (ni enmantecada la asadera) y salieron perfecto.

Vean la diferencia de color con las primeras:

El sabor a turrón es esquivo; lo que sobresale es el maní. Nadie adivinó de qué estaban hechas!

Pero son ricas galletitas.