Sin manteca.

Todos sabemos que las mejores tortas se hacen en el horno convencional. Sin embargo, cocinar en microondas tiene su gran ventaja, que es la siguiente:

no hay que andar controlando la cocción.

Y eso es genial cuando una tiene una bebé que no siempre se distrae con la mera presencia de su madre mezclando ingredientes, y que empieza quejándose un poquito y termina gritando si no la agarro a upa. Maniobrar lo que una pone en el horno se complica un poco. Bastante es echar la mezcla en la asadera o recipiente mientras se repite: «ya va, ya te agarra mamá, ya termina…». Pero después no me tengo que estresar a ver si se pasa, se quema y sacar del horno. Queda adentro del micro hasta que uno pueda comerla, o hasta que haya que usar el micro para esterilizar mamaderas.

Tengo un par de recetas de tortas de chocolate para microondas en mi cuadernola. Supe hacerlas varias veces, pero se ve que ninguna desde que existe este blog. La que sí hice fue la torta oro, y luego los brownies (o la torta trufa, que es casi igual).

Lo que tiene de bueno ésta, es que no lleva manteca (que generalmente implica derretir aparte), sino aceite. La encontré en BBC Good Food.

Ponele que no es fantástica, pero sí rica, y saca de apuros.