Una trufa distinta.

Las recetas de Tres tenedores son siempre muy tentadoras. Cuando tengo ganas de cocinar y no sé qué, suelo ir a ver las riquísimas fotos de su cuenta de Instagram para encontrar inspiración.

De ellas ya hice las galletitas de miel , y hubiera jurado que hice más, pero es que tengo varias pendientes…

Lamentablemente, con esta receta no me fue muy bien. Y no fue porque mi hija metió mano! (qué estresante ver todo el potencial desastre que puede realizar una niña de menos de dos años!)

En primer lugar, hice la mitad de la receta, porque la original llevaba 300 gramos de manteca, y me parece un disparate. Sé que la proporción es igual al reducirla, pero a la vez veo que con la mitad salieron suficientes bomboncitos. (Ahora me doy cuenta que en Instagram dice 200 g. de manteca, y en el blog 300.)

Cuestión es que lleva avena instantánea, cacao, manteca derretida, dulce de leche y vainilla. Y coco para rebozar. Simplemente hay que mezclar todos los ingredientes.

También hay que llevar a la heladera antes de formar las bolitas, pero no sé si era realmente necesario. Mi masa quedó más bien seca (le habré errado a las proporciones?), pero apretando quedaban hechas las bolitas.

Hija jugó como si fuera arena… parte terminó en el suelo. Después metió las cucharitas que usa para la plasticina! Jaja.

Y ahí se me dio por probar… Puaj! Es que cuando dicen «cacao», yo entiendo el amargo. Y la verdad que así quedaron: muuy amargas.

Qué hice? Agregarle cucharadas enormes de dulce de leche!

Y meter mucha mano 😛

Y estuve a punto de publicar esta receta así como estaba, pero luego me rezongué a mí misma por no probar de vuelta. No me costaba nada!

Una vez más decidí hacer la mitad de la receta. Lo primero que hice fue pesar los ingredientes secos. De avena precisaba 175 gramos. Pero no llegaba! Tenía 110. Así que usé la fantástica regla de tres y convertí el resto de los ingredientes: 78 g. cocoa (dulce!), 63 de manteca, y 1 cucharada coma 8 de dulce de leche! Jaja.

Otra cosa que hice fue no poner toda la cocoa y la avena de entrada. Puse un poco en el bols, eché la manteca, mezclé, agregué el dulce de leche, y me fijé si absorbía más secos o no. De hecho, terminé no usando todo. Armé bolitas chiquitas sin pasar por la heladera, y las pasé por coco.

Quedaron bonitas, verdad? De gusto bastante pasables, pero me quedo con mis trufas.