Cómo resistirse?

Un día Estefi Colombo (@esteficolombo en IG) publicó una receta de torta que adentro llevaba Mantecol y yo no dudé en guardármela para hacer más temprano que tarde.

Tenía rota la procesadora y pensaba que la iba a precisar, pero en realidad no: el mantecol, picado a cuchilla, se deshace casi del todo, y se mezcla noblemente con la manteca (buó).

Van tres veces que hago la receta: la primera vez, sacándola del horno con el bebé a upa, se me cayó toda. La tiré (y lloré una semana). Esa vez la había hecho sin separar las yemas de las claras porque me dio pereza. La segunda vez hice todo correctamente, incluso la parte de no tirarla al piso.

Y la tercera vez de nuevo puse las partes del huevo todas juntas, y le eché parte de harina integral y maicena porque se me había acabado la harina blanca (pueden creer?)

El resultado es una torta pequeña, de masa espesa.

Rica! con mucho gusto a mantecol.

La cubrí con el baño que hacía mi abuela, y que evidentemente le quedaba mucho mejor que a mí. Y arriba le puse más mantecol picado, porque sobraba en la tableta y me pareció acertadísimo.

No sé qué opinan ustedes.

(Razones para hacerla una tercera vez: para sacar mejores fotos a la porción; porque mis primos me reclamaron por Instagram; porque es riquísima!)

Por cierto: el paquete de Mantecol incluye receta de cupcakes.