Sin harina ni azúcar.

Venía una amiga de visita y yo quería hacer algo para recibirla. Había dos pequeños problemas, por así decirlo: había poco tiempo entre que yo llegaba a casa y ella caía, y que no come azúcar.

Lo que hice fue buscar en la página de Instagram de Rico para bebés. Y encontré estas «tortitas».

El combo banana y avena es fantástico para evitar el azúcar, las grasas y la harina! Ya había hecho galletitas, y otra vez hice magdalenas , pero sin avena y con coco.

Esta receta no fue mi primera opción. Iba a hacer unas galletitas con la misma base, sólo que éstas no usaban licuadora. Había que aplastar la banana y mezclar el resto de los ingredientes, y eso hice con las magdalenas también.

Después me tomé otras libertades, como no agregar canela (no tengo, nunca). Ni harina, ni bicarbonato ni vinagre o limón. Llamémosle independencia de criterios, o que no leí más! De todas formas iba a usar harina blanca, y no integral (tampoco tengo nunca).

Y la otra novedad es que le agregué pasas de arándanos. Me las vendió la de la feria, a la que siempre le compro las de uva. Están muy ricas! Y le daban el toque dulce a las magdalenas.

La falta de harina no afectó (y de hecho es un plus!). Las magdalenas recibieron la aprobación de amiga e hija, que seguía pidiendo más.

Así que ya ven, de los errores pueden salir cosas buenas.