El otro día J. convidó en el trabajo con una torta sin harina. Entonces qué lleva? Pregunté.

1 lata de leche condensada, huevos, aceite, polvo de hornear y coco. Tomá pa’ vos.

Y nada, que sustituí la leche condensada por dulce de leche, como ya había hecho en otra oportunidad. Era lo que tenía mano en la heladera (y sale más barato).

No sabía exactamente cuánto era una lata de leche condensada, pero supuse que con una taza de dulce de leche iba a estar bien.

A la licuadora.

Como me pareció medio espeso (vieron cómo era el dulce de leche) decidí agregarle un chorrito de leche.

Tortera al horno. Quizás lo dejé mucho rato (ni idea cuánto).

Quedó un poco seca, pero me gustó! La próxima le agregaré más leche y la dejaré menos en el horno.