Lo que leyeron! 🙂

Imagínenme sonriendo mientras escribo esta entrada. No puedo creer que haya hecho pan con grasa! Y mucho más fáciles que los vigilantes (que son del mismo libro: Panes, del Crandon). Tuve un par de momentos de no comprensión y bronca, pero al final quedaron como de panadería!

La cosa es así: hay que disolver levadura en agua tibia.

Esta vez usé levadura instantánea, porque la que usé para los vigilantes ya se había vencido (y porque sigue sin resultarme cómodo medir cucharadas de ese bloquecito).

Hay que preparar salmuera (1 t. agua y 1 cda. de sal gruesa). Tuve que ir hasta el glosario para saber esto, espero que se sientan agradecidos. 🙂

Hay que derretir grasa: mucho más fácil de manipular. Saaalvo que cuando la uní a la salmuera (mezcla de agua y sal), se me solidificó toda! Revolví bastante y anduvo.

Ahí va la mitad de la harina también, y la levadura disuelta.

Luego se agrega el resto de la harina. Adivinen qué: no hay que dejar leudar! (al menos no en este paso)

Esta es la parte interesante. Transcribo: «Amasar y estirar la masa hasta 20 cm de ancho. Cortar tiras de 6 cm.» Yo tendré problemas de comprensión, pero se me complicó la cosa en este punto. En realidad es tan sencillo como que las tiras deberían ser de 6 por 20. Pero la masa va a ser mucho más larga (esa medida falta). Así que la dividí en dos, porque mi mesada no es tan grande (y está llenita de cosas). Sí, usé regla. Y sí, consulté todo esto con mi Adorado Esposo.

Cuestión es que cada tira se enrolla desde ambos extremos a la vez, hasta que se encuentran en el centro. Y ahí uno de los rollitos se sube arriba del otro. Nunca me había dado cuenta que era así que estaban hechos. Ustedes?

Ahí sí hay que dejar leudar (no sé cuánto! 10 minutos?)

Esta vez no le erré tanto, porque me salieron 18 pan con grasa y el libro decía 20!

Los llevé a lo de mi tía para merendar con los primos (por eso el cambio de mantel y plato, jaja)

Los invito a probar.