Jugando a la boulangerie.

Una amiga estaba haciendo medialunas y a mí se me dio por revisar mi libro de Panes, del Crandon. Ya había hecho vigilantes, margaritas y pan con grasa.

Y, creo que como con todos esos, me calenté en el proceso, jaja! Por si no se dieron cuenta, arriba se ve antes y después de leudar! no sé cual es cuál (debo decir que los hice una segunda vez: la masa quedó leudando por más tiempo y creció mucho más).

Resulta que hay que estirar la masa, enmantecarla y enharinarla. No voy yo y la enharino y la enrollo, solo para darme cuenta que me faltó la manteca? Hice todo de nuevo…

Luego de tener el arrollado, se vuelve a estirar, y queda un «rectángulo».

De ahí cortás triángulos y los enrollás de la parte más ancha a la más fina. Y después los curvás… ah, pero si no van curvados los croissants! o sí? algunos? Bueno, en fin. Me quedaron medio mochos algunos.

Mientras están en el horno, se hace un almíbar (me sobró más de la mitad, por eso hice bizcochos de nuevo los siguientes días). Con eso se mojan y se espolvorean con azúcar, y quedan idénticos a los de panadería. Me emociono.

Miren lo que es eso abajo.

[Si quieren saber qué otra pochada estábamos comiendo esa merienda, era la torta sueca de chocolate.]

Como dije antes, me enojé haciéndolos. Pensé que no iban a quedar. Pero no fue así, y la siguiente vez que los hice, ya no tenía tantas dudas y el proceso fue mucho más amigable. Así que ya saben, nunca se rindan (?)