Celebremos!

(Se nota que no sé qué poner en el texto inicial?)

Hoy les traigo un nuevo intento (más exitoso) de la torta cebra. Hacía años la había probado. Quedó linda, pero no era muy rica la torta.

Esta receta me la pasó Fiorella, que la encontró por ahí.

Me llamó la atención que los huevos fueran a la mezcla de harina y azúcar, y por eso la foto ilustrativa.

Separé la mitad de la masa y le agregué cacao, como decía la receta, y un poco de agua porque me quedó más espesa.

La dinámica de vertido puede complicarse, así que hay que pensar con qué resulta más fácil de hacer. Cucharones? Directo del bowl? Puede haber enchastre.

Se vierte de a poquito alternando las mezclas, siempre en el centro (en el color del centro, aunque se vaya corriendo).

Como verán, se me descentró.

Como la torta era para cumpleaños, me pareció perentorio (qué dice) rellenarla con dulce de leche. Luego pensé que quizás era mejor dejar la cebra entera.

Pero miren qué bonito:

(Supe exactamente cómo volver a colocar la parte de arriba porque me quedó tan irregular el corte que no había forma de errarle! y el patrón quedó casi perfecto).

Para cubrirla, tuve que probar el merengue al microondas que @cocinaparadisfrutarsabores había publicado hacía unos días en Instagram. Hice la crema pastelera de la tarta de frutillas con más gusto pensando en el merengue que iba a hacer con las claras!

Simplemente hay que batir claras con azúcar y ponerlo un par de veces en el microondas alternando con batido. Magia.

Hasta me inspiré para sacar la manga y hacerle unos piringundines a la torta! (sobró bastante merengue)

Una torta simple (según cómo lo mires) y muy disfrutable.